La aproximación a nuevas realidades y conceptos como el DINERO ELECTRÓNICO requiere indispensablemente el conocimiento del marco o contexto general que les sirve de base y facilitan su desarrollo. No podemos desconocer que nos encontramos ante nuevas manifestaciones y nuevos contenidos que surgen en una NUEVA ECONOMÍA. Esta nueva economía nos obliga a adaptarnos rápidamente a los cambios introducidos por las nuevas tecnologías, sin dejar de reconocer que la recepción de la tecnología de la información con los alcances que vemos hoy en día, y que produce impactos en la economía, el comercio, la educación, las telecomunicaciones, la privacidad y el derecho, requiere un cambio cultural muy importante. La utilización del vocablo TECNOLOGÍA se repite incesantemente. Definimos a la tecnología como el conjunto de conocimientos científicos, técnicos y artesanales que permiten producir un bien o servicio. Generalmente se habla de NUEVAS TECNOLOGÍAS. Se dice que son nuevas porque nacen después de la Segunda Guerra Mundial, y desde entonces se han desarrollado ininterrumpidamente. Se pueden agrupar dichas tecnologías en tres grandes grupos: las tecnologías de la información, las biotecnologías y las tecnologías de los nuevos materiales.
Estas palabras mágicas se presentan cualquiera sea el ámbito en el que nos encontremos: cuando leemos un artículo sobre medicina, cuando nos enteramos que un diario se edita simultáneamente en varias ciudades en tiempo real, cuando nuestro amigo agricultor nos comenta acerca de las bondades de las semillas que acaba de sembrar. Por otro lado, miramos rápidamente las noticias que tratan sobre el mundo de la telefonía, las fusiones de empresas, la guerra de las tarifas, los servicios integrados, etc., y observamos indiferentemente como operarios que pertenecen a empresas de cable instalan cables por encima de nuestras cabezas a los que llaman fibra óptica, mientras otros que pertenecen a las compañías telefónicas hacen otro tanto por debajo de nuestros pies. Y nos preguntamos que habrá detrás de todo ello.
Podemos entonces hacer una primera distinción, relacionando el ámbito en el que se desenvuelve el tema que nos ocupa con el grupo de tecnologías que corresponden a dicho ámbito. Desde este punto de vista, analizaremos el "dinero electrónico" como una de las aplicaciones derivadas del desarrollo de la tecnología de la información (Information Technology) en la nueva economía digital.
Toda transferencia electrónica de valores implica una transmisión de mensajes. Un tema clave en la transmisión de información, y fundamentalmente en redes abiertas, es el de la seguridad. Al respecto, veremos los principios básicos de la Criptografía y estudiaremos una de sus aplicaciones más difundidas en la actualidad: la firma digital.
Seguridad y privacidad parecen ser los requisitos indispensables para el desarrollo y aceptación de los nuevos sistemas de pago en la economía digital. En muchos casos la premisa es el anonimato. Analizaremos, por último, la relación existente entre las ventajas ofrecidas por estos nuevos mecanismos de pago y el lavado de dinero.
LA ECONOMÍA DIGITAL
Nueva Economía. Antigua Economía.
La NUEVA ECONOMÍA, la ECONOMÍA DIGITAL 3, surge principalmente de la convergencia de distintas culturas que trabajaban y se desarrollaban en forma independiente. Por un lado la industria de la computación (computadoras, software y servicios), las comunicaciones (telefonía, cable, satélite) y los contenidos (entretenimientos, editoriales y proveedores de información). Esta convergencia ha dado lugar a la nueva industria multimedia.
Una de las características fundamentales de esta nueva economía es la DIGITALIZACIÓN. La digitalización implica que la información, ya se trate de imagen, texto o sonido, se convierte al lenguaje de las computadoras: los números binarios. La información se reduce a ceros y unos, y se diferencia según la forma en la que estos ceros y unos se agrupen. A modo de ejemplo podemos tomar el caso de un disco de pasta y un disco digital (CD). En los primeros, la información se graba físicamente en el surco dando lugar a depresiones y picos. Mediante la utilización de una púa, se amplifican las alteraciones contenidas en los surcos dando lugar al sonido que escuchamos. Con el transcurso del tiempo, las depresiones y picos se van erosionando (ralladuras, grasitud, desgaste de la púa, polvo), lo que produce una disminución en la calidad del sonido. En el disco digital, en cambio, al realizarse la grabación, la información se convierte en ceros y unos, descomponiéndose en pequeñísimos fragmentos. Para escuchar lo grabado necesitamos un aparato que vuelva a unir aquello que se encuentra desfragmentado en el disco. Por lo tanto, el sonido que escuchamos no es el mismo ejecutado en el acto de la grabación, sino que se compone de la unión de todos aquellos fragmentos. La perfección y rapidez del sistema hace que creamos que estamos escuchando un sonido continuo, cuando en realidad no lo es.
En la ANTIGUA ECONOMÍA la información era análoga. La gente se comunicaba moviendo su presencia física hacia una sala de reuniones, hablando a través de una línea telefónica análoga, enviando cartas, yendo al banco a realizar depósitos o extracciones, sintonizando señales análogas de televisión, exhibiendo fotografías reveladas en negocios especializados, intercambiando dinero efectivo o cheques, publicando revistas que se adquirían en un negocio o se distribuían por correo, o proyectaba luz a través de una tira de un film en un cine o teatro.
En la NUEVA ECONOMÍA la información se presenta en forma digital: en bits.
Cuando la información se digitaliza y se comunica a través de redes digitales, aparece un nuevo mundo de posibilidades. El proceso de digitalización permite reducir la cantidad de información a transmitir, y la información puede ser comprimida. A esto se le suma el desarrollo del medio físico por donde transita la información, encontrándonos con la fibra óptica en lugar del típico cable de cobre o par trenzado, que permite transmitir mayor cantidad de información (ancho de banda) a la velocidad de la luz. Por otro lado, la digitalización permite la combinación de diversos tipos de información, por ejemplo en documentos multimedia. La información puede ser almacenada y recuperada instantáneamente desde cualquier lugar del mundo.
La Autopista de la Información
La autopista de la información es el elemento que sirve de sustento a esta nueva economía digital. La autopista deriva de la convergencia de los contenidos informacionales, los diferentes medios de comunicación y las nuevas tecnologías de la información. Es una infraestructura física basada en la utilización de cables, teléfonos o satélites sobre los que se desenvuelven los sistemas informáticos distribuidos en redes locales, nacionales o internacionales.
Internet, como la conocemos en la actualidad, debe ser considerada como el inicio de una infraestructura mundial de información, que recibe indistintamente diversas denominaciones: Autopista de la Información (Information Superhighway, I-Way), Infraestructura Nacional de Información (National Information Infraestructure, NII), o Infraestructura Global de Información (Global Information Infraestructure, GII). Constituye un vasta red de más de cinco millones de nodos informáticos y más de 60 millones de usuarios.
En la autopista de la información, las distancias ya no son importantes, pero la posibilidad de acceso a la misma, la confidencialidad, la seguridad y la identificación de los participantes adquieren cada vez mayor valor, dado que los mismos se esfuerzan por preservar su intimidad, individualidad y propiedad. En el espacio virtual, la identidad de las personas que transitan por la autopista de la información revestirá una importancia sin igual. La desmaterialización de las transacciones aumenta el riesgo de que una persona transite con una identidad ficticia o usurpe la identidad de otra persona. De esta manera la problemática relacionada con el desarrollo de la autopista de la información, y más específicamente, del comercio electrónico en un entorno abierto, radica en dos factores claramente indisociables: la seguridad técnica y la seguridad jurídica de las transacciones desmaterializadas.
La seguridad es uno de los temas centrales y claves en el desarrollo de toda infraestructura de información, ya sea a nivel nacional como global. Los participantes quiere tener la certeza de que la persona con la que están contratando es efectivamente quien dice ser, y que la información o mensajes transmitidos no han sufrido alteración durante su transmisión. La Criptografía, a través de la Firma Digital, aporta las soluciones que permiten garantizar el no repudio y la inalterabilidad del mensaje.
Pero además de estas inquietudes los participantes quieren confidencialidad, es decir, que la información solo pueda ser leída por el sujeto a quien va dirigida.4 La tecnología, a través del encriptado de los mensajes, aporta la solución adecuada. Volveremos más adelante sobre este tema.
Esta REVOLUCIÓN DIGITAL, que da lugar a la nueva economía, es fuente generadora de nuevos contenidos. Es decir que nos encontramos con un nuevo mundo en el que todo está por hacer, en el que la imaginación tendrá un papel fundamental. El dinero electrónico consiste en un nuevo contenido, un nuevo producto surgido de la imaginación del hombre en el marco de la nueva economía digital.
3. EL DINERO ELECTRÓNICO
3.1. Definición
El término dinero electrónico es utilizado en forma general para hacer referencia a una amplia gama de mecanismos de pago utilizados en el comercio electrónico. Al hablar de dinero electrónico debemos mentalizarnos en que trataremos con productos ofrecidos por empresas. Estos productos almacenan valores, es decir, registran los fondos o valores disponibles por un usuario del sistema, en un aparato o dispositivo electrónico que se encuentra en su poder.
Dichos valores son adquiridos por el consumidor, al igual que se adquieren otros instrumentos prepagos como los travellers cheques, y se reducen en la medida que son utilizados para realizar compras. A diferencia de muchos otros esquemas de prepagos basados en tarjetas, que se utilizan para un único propósito como los ofrecidos por las compañías telefónicas, los productos de dinero electrónico tienden a ser diseñados como un medio de pago general.
El dinero electrónico, así definido, se diferencia de los llamados "access products", o productos de acceso, que permiten al consumidor utilizar medios electrónicos para acceder a otros servicios convencionales de pago, por ejemplo la utilización de una PC y de una red como podría ser Internet para realizar un pago con tarjeta de crédito o para transmitir instrucciones tendientes a la realización de una transferencia de fondos entre bancos.
En la actualidad no se ha adoptado formalmente, a nivel internacional, una terminología determinada respecto del dinero electrónico. Los sistemas de pago que utilizan tecnologías como ser tarjetas inteligentes (smart cards) o Internet, utilizan diferentes denominaciones: "E-Money", "digital cash", "cybermoney", "cybercurrency" y "cyberpayments". Muchas veces un mismo término puede tener sentidos diferentes según el contexto y las circunstancias en el que se lo utilice.